martes, 19 de febrero de 2013

Y ahora...
(Duda)

Y ahora que no estás, no estoy. Ahora que siento que te has ido, siento que te hayas ido. Ahora que puedo percibir tu ausencia, puedo decir que no estoy triste de que te hayas marchado... que estoy contento de que hayas estado aquí. Y sin estar lo estoy, y aún estándolo no estoy. Contento, triste, presente, ausente, aquí, en ninguna parte...

¿Y ahora?

lunes, 18 de febrero de 2013

Rammstein - Seemann
(Silencio)

Porque a buen entendedor pocas palabras bastan, y hoy  esta canción, sin decir nada, ya dice quizás demasiado.


domingo, 17 de febrero de 2013

De-generación en generación
(Orgullo)

Por no parecerme en nada a aquello que me acusa de ser diferente. En definitiva, por el propio hecho de ser diferente. Por educar a un hermano como si fuera un hijo, mientras quien debería educarle vive anclado en el autoritarismo doméstico de los años 60 y 70. ¿Mala influencia? Seguramente.

Por enseñar a mantener la calma en una discusión, y a no interrumpir a quien habla. Por enseñar un método de estudio donde otros fracasaron. Por enseñar a escuchar, cosa que en este mundo más de uno debería aprender. Por enseñar que el respeto se merece, no se pide ni se exige, y menos negándole al prójimo ese mismo respeto. Por enseñar que las cosas no tienen que ser como las vemos solo porque nosotros las veamos así. Por enseñar a respetar otros puntos de vista. Por enseñar a alguien a no ser como tú eres... visto así, por supuesto que soy un mal ejemplo.

Sé que no es una gran entrada, simplemente estoy frustrado por muchas y diversas razones y, en este momento, es como me siento. No tengo más que añadir... mañana será otro día.

domingo, 3 de febrero de 2013

La vida en una frase (II)
(Optimismo)

Charles Monroe Schulz, si os digo su nombre seguramente a la mayoría se le escapará quién fue este señor. Pero si os digo que fue el historietista más importante del s.XX, padre de las populares historietas de Peanuts, quizás a alguno empiece a sonarle un poco más. Tal vez no haya escogido a un personaje muy relevante o demasiado conocido, pero su obra sí que lo es. Y es que Charlie Brown, Snoopy y compañía son personajes que todos hemos visto alguna vez en los 50 años en los que Charles Schulz les daba vida día tras día.

Nacido en 1922 y fallecido en el año 2000, este dibujante consideraba que el comic no dejaba de ser un arte menor, pero él mismo demostró como nadie el poder de tales poblicaciones. Fue en realidad un innovador en su género, al introducir la vida cotidiana en un mercado dominado por la acción, lo que le ayudó a ganarse a niños y adultos. Si nadie se ha parado nunca a ver una historieta de Peanuts le recomiendo que lo haga, pues refleja sin estridencias la 'cara B' del sueño americano, y envía unos mensajes, a veces sutiles, a veces no tanto, realistas y enriquecedores.

Y mi frase de esta entrada viene motivada principalmente por la creciente sensación de que todo se vuelve por momentos demasiado serio, demasiado estricto. En una sociedad donde perfectamente podrían declarar la crítica destructiva como 'deporte olímpico' por la cantidad de aficionados e incluso profesionales que tiene; en un mundo donde el más mínimo error se mira con lupa, muy especialmente si se trata de los errores ajenos, quiero hacer un alto en el camino para decir:

Si se me diera la oportunidad de hacer un regalo a la siguiente generación, sería la capacidad de reírse cada cual de sí mismo.
Charles M. Schulz.