domingo, 17 de febrero de 2013

De-generación en generación
(Orgullo)

Por no parecerme en nada a aquello que me acusa de ser diferente. En definitiva, por el propio hecho de ser diferente. Por educar a un hermano como si fuera un hijo, mientras quien debería educarle vive anclado en el autoritarismo doméstico de los años 60 y 70. ¿Mala influencia? Seguramente.

Por enseñar a mantener la calma en una discusión, y a no interrumpir a quien habla. Por enseñar un método de estudio donde otros fracasaron. Por enseñar a escuchar, cosa que en este mundo más de uno debería aprender. Por enseñar que el respeto se merece, no se pide ni se exige, y menos negándole al prójimo ese mismo respeto. Por enseñar que las cosas no tienen que ser como las vemos solo porque nosotros las veamos así. Por enseñar a respetar otros puntos de vista. Por enseñar a alguien a no ser como tú eres... visto así, por supuesto que soy un mal ejemplo.

Sé que no es una gran entrada, simplemente estoy frustrado por muchas y diversas razones y, en este momento, es como me siento. No tengo más que añadir... mañana será otro día.

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