jueves, 31 de enero de 2013

... y siempre hacia la luna
(Reflejo)

Siempre ella, siempre la luna. Quizás porque ella sabe dónde está la energía que mueve el mundo. Por eso la refleja cuando tal energía no puede manifestarse por sí misma. Hmm no, no me refiero al Sol. ¿En serio creéis que es del Sol de donde viene su luz? En efecto procede de una estrella, pero no de esa, sino de otra más lejana y a la vez más cercana. De ella su energía, de ella su magia, y ese misticismo que desde el inicio de los tiempos siempre se le ha otorgado a la luna.

Ella es sabia, pero también coqueta, y gusta siempre de recoger lo más hermoso de los lugares que visita. Por eso ella, la luna, viste siempre tan bella. Y muchos la observan en la noche por esa belleza, por ese encanto especial que la hace única. Pero no es ese mi caso. Yo sé de dónde proviene su luz: proviene de mi propia estrella, de mi propio cielo. De esa estrella que jamás llegué a ver, pero que cada noche me hace soñar con que eso pueda llegar algún día a cambiar. De ese cielo que a cada segundo se me antoja más cercano y a la vez más inalcanzable.

¿Yo? Yo observo a la luna porque sé que ella refleja la energía que mueve el mundo, y se cubre con la mayor belleza que en él se pueda hallar. Yo la observo porque mi estrella tiene nombre y apellidos, y aunque en vivo jamás la haya visto, sé que algún día la luna tratará de emular su grandeza. Y entonces ya no contemplaré la luna... tan solo la contemplaré a ella.

A ti.

1 comentario:

Deleyda Gilraen dijo...

Que hermoso, enserio me encanta como escribes, siento que cada una de tus palabras plantadas aquí, toman su fragilidad y en el interior me producen mucha tranquilidad...

Si es cierto, no lo voy a negar, en el fondo siento que me haces rotar mi mundo a 180 grados, con el solo hecho de entrar aquí e instalarme a leer, un beso, te quiero mucho, jamas lo olvides.